En una silla de madera gastada dentro de ella tenuemente cabaña iluminada, roseta Charigufi se sienta a compartir su historia de vida en las afueras de Goma existentes República Democrática del Congo. "Una vez tuvimos una vida normal", dijo dice. “No siempre fue fácil ... pero fue suficiente para vivir ".
En 2009, la familia de Rosette se vio obligada a huir de su hogar debido a la en marcha Conflicto de Kivu. El conflicto comenzó en 2004 entre el ejército de la República Democrática del Congo y un grupo rebelde armado, las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda. Según la ONU, la guerra en el Congo ha 4.5 millones de personas desplazadas internamente y obligó a más de 800,000 refugiados a huir a otros países africanos.
"La guerra representa el peor momento de mi vida—Dice Rosette. Cuando los combates llegaron a su aldea, tanto Rosette, de 45 años, como su esposo fueron alcanzados con metralla en sus piernas como pedazos de cohetes y artefactos explosivos improvisados (IED) caían cerca.