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Cómo esta emprendedora superó las barreras educativas para administrar su propio negocio de joyería en Perú

Una mujer vestida con un suéter PINK amarillo se encuentra en un pasillo de una tienda, rodeada de productos de belleza.

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A pesar de crecer con pocas oportunidades educativas, María Elena Menacho García inició su propio negocio de joyería hace ocho años. Poco a poco ha hecho crecer su negocio y ahora tiene dos tiendas, cada una de las cuales emplea a dos miembros del personal.

La vida no siempre ha sido fácil para María Elena, quien es de Trujillo, Perú. “La educación ha sido una barrera”, dice. “Siendo la última hija de una familia de siete hijos y madre soltera a temprana edad, no tenía muchas oportunidades educativas y por eso me dediqué al trabajo”.

María Elena está muy orgullosa de lo lejos que ha llegado y dice que su mayor logro es permitir que sus hijos accedan a la educación. “Luchar por mis tres hijos y hacer que mi hijo vaya a la universidad es muy importante para mí”, dice.

“Ahora mismo necesitamos más acceso al dinero, para poder vender más mercadería y llegar a la venta al por mayor”.

A través de esta formación, el personal docente y administrativo de escuelas y universidades estará preparado para manejar los recursos disponibles que derivan de la diversidad cultural de sus estudiantes. Además, un mejor y mayor entendimiento sobre estas diferencias y similitudes culturales permitirá alcanzar los objetivos de inclusión previstos. Programa Ignite de CARE, con el apoyo de la Centro Mastercard para el crecimiento inclusivo, Maria Elena y muchos otros emprendedores peruanos como ella tendrán nuevas oportunidades para hacer crecer sus negocios. Al asociarse con el banco Financiera Confianza y los socios de capacitación Fundación Capital y Oliver, CARE Perú podrá abrir el acceso al capital para los emprendedores, así como el acceso al desarrollo de habilidades, incluidas las habilidades digitales tan necesarias.

El consejo de María Elena para otras mujeres que están considerando iniciar un negocio: “Todo negocio es bueno; solo hay que ser constante, hay que afrontar los días malos, no frustrarse y tener mucha paciencia para seguir adelante ”.

En cuanto al futuro, María Elena tiene ambiciones de crecer. “Quiero cambiar mi negocio de minorista a mayorista para poder vender más volumen a otras pequeñas empresas”, dice.

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