ícono ícono ícono ícono ícono ícono ícono

De refugiado a defensor: la trayectoria de Hussam como trabajador humanitario

Un hombre sirio que viste un chaleco de CARE mira a la cámara en una oficina de CARE Jordania, con el logotipo de CARE en el fondo.

Hussam, un refugiado sirio que se convirtió en humanitario, ahora trabaja con CARE en Jordania. Foto: Omar Abu Hadder/CARE

Hussam, un refugiado sirio que se convirtió en humanitario, ahora trabaja con CARE en Jordania. Foto: Omar Abu Hadder/CARE

Crecí en el campo de Damasco, rodeado de mi numerosa familia.

Mi vida diaria consistía en ir a la escuela, quedarme en casa, visitar a mis familiares y acompañar a mi familia a los olivares donde cultivábamos.

Cuando era niño, veía a mi familia plantar y cosechar los frutos de la tierra.

Fui un estudiante muy trabajador y completé mi educación hasta el nivel intermedio antes de que las circunstancias me obligaran a abandonar mi país.

Cuando empezó el conflicto y estallaron manifestaciones en mi ciudad, decidimos huir, pero no pudimos acceder a las zonas vecinas debido a los bombardeos constantes. Nos vimos obligados a trasladarnos al desierto y vivir en tiendas de campaña.

Los bombardeos se intensificaron y nos reuníamos en un pequeño refugio que habíamos cavado para hacer pan y nos juntábamos cada vez que oíamos las explosiones.

El polvo constante, la falta de comida, harina y agua, así como la presencia de la vida silvestre del desierto fueron grandes desafíos.

Además, mi padre corría peligro cada vez que intentaba conseguir comida para nosotros. Una vez, una banda lo enfrentó y lo robó; afortunadamente, no le hicieron daño, pero ese sigue siendo uno de mis peores recuerdos.

Largas hileras de casas blancas que parecen contenedores llenan un campo de refugiados, donde un hombre, probablemente un refugiado, cava un canal de aguas residuales con una pala. Un niño se detiene cerca para observarlo, mientras que un grupo de hombres y mujeres se puede ver al fondo, moviéndose en diferentes direcciones.
Hussam y su familia se encontraban entre los 6.5 millones de refugiados sirios que vivían en distintos países vecinos. Foto: Omar Abu Hadder/CARE

El viaje al campo de refugiados de Azraq

Cuando las carreteras quedaron cortadas, no tuvimos más remedio que continuar nuestro viaje hacia lo desconocido. Como éramos una familia numerosa, estábamos preocupados por nosotros mismos y por el resto de la familia, que estaba dispersa en diferentes ciudades. Entré en Jordania con mi hermano, mi madre y una de mis hermanas con sus hijos, mientras que mi padre se quedó atrás para garantizar la seguridad del resto de la familia antes de unirse a nosotros. El número de refugiados era grande y las carreteras eran peligrosas. Recuerdo que pasé unos tres días con poca comida hasta que llegamos al campamento.

Al llegar al campo de refugiados, no sabía cuánto tiempo nos quedaríamos ni cómo nos adaptaríamos al nuevo entorno. Teníamos que vivir en una habitación individual después de venir de una casa grande. No había electricidad y dependíamos de lámparas solares para tener unas horas de luz por la noche. Los puntos de agua estaban limitados a horarios específicos y todos los refugios eran iguales, por lo que era fácil perderse.

Logramos adaptarnos a los cambios y desafíos porque nos aferramos a la esperanza de regresar, pero estábamos agradecidos de estar a salvo del conflicto. Nos relacionamos con la comunidad local, accedimos a los servicios disponibles y participamos en programas de capacitación y educación dentro del campamento.

Como refugiados en el campamento, nos enfrentamos a muchos desafíos, entre ellos, oportunidades limitadas de voluntariado, ayuda reducida, escasez de agua y electricidad y duras condiciones en verano e invierno. También hay escasez de especialidades médicas y servicios educativos.

Las experiencias de Hussam con la guerra le han permitido desarrollar una profunda empatía por el sufrimiento de los demás, lo que le ha llevado a dedicar su vida al trabajo humanitario y a apoyar a los necesitados. Foto: Omar Abu Hadder/CARE

Mi papel en el trabajo humanitario 

Ser refugiada y experimentar en primera persona los efectos de la guerra me hizo empatizar con el sufrimiento y las necesidades de los demás. Esta profunda comprensión me motivó a sumarme al trabajo humanitario, con un fuerte compromiso de servir a la comunidad local y ayudar a los demás.

Comencé a trabajar como voluntaria en el campamento en 2018 con varias organizaciones, como el Cuerpo Médico Internacional, el Programa Mundial de Alimentos y World Vision. Durante la pandemia de COVID-19, trabajé con el Consejo Danés para los Refugiados como líder juvenil y, después, me uní a CARE Jordan como recepcionista y administradora de casos.

Mi experiencia personal como refugiado me ha hecho sentirme orgullosa y realizada cuando presto servicios a otras personas. Estoy estrechamente conectada con sus luchas y necesidades, lo que mejora mi capacidad para apoyarlas de manera eficaz.

Uno de los aspectos más gratificantes de mi trabajo es ver el impacto que mis esfuerzos tienen en la vida de las personas. Tengo muchas historias memorables, como la de una anciana que tenía dificultades para acceder al pan debido a que el servicio de distribución se había interrumpido. Tomé medidas inmediatas para resolver su problema y ver su alivio me produjo una inmensa satisfacción. He aprendido que nada es imposible. Completé mi educación, me establecí, me casé y ahora tengo hijos a los que aspiro que tengan un futuro brillante. Mis experiencias han moldeado mi perspectiva sobre la vida.

Sahwan, de 9 años, es uno de los muchos refugiados sirios nacidos en Jordania; su padre huyó al país en 2012 para escapar del conflicto. Foto: Nadia Bseiso/CARE

Mis esperanzas para el futuro y un mensaje para los refugiados

Aspiro a lograr estabilidad personal y profesional, obtener un máster y un doctorado y convertirme en profesor universitario. Para los demás, espero mejores condiciones de vida en los campos de refugiados, mayor acceso a la educación y a oportunidades laborales y apoyo psicológico continuo.

Hay muchas historias de refugiados que han superado desafíos y se han adaptado a nuevas culturas. Su resiliencia y capacidad de adaptación son verdaderamente inspiradoras. Los refugiados han pasado por experiencias difíciles y dolorosas, y brindarles ayuda puede aliviar su sufrimiento. Animo a todos a participar en iniciativas de apoyo a los refugiados, ya que esa participación puede marcar una diferencia significativa en sus vidas.

Volver arriba