Neha Wadekar, Kenia
¿Cómo suele encontrar historias humanitarias?
Desde que comencé a trabajar en África Oriental hace más de cuatro años, he desarrollado una red de fuentes y contactos, que van desde el personal de varias organizaciones sin fines de lucro hasta funcionarios gubernamentales y, lo que es más importante, personas sobre el terreno. A menudo, las ideas de mis historias provienen de los lugares más inesperados: un viaje en Uber al otro lado de la ciudad o una conversación en un café, por ejemplo. También me tomo el tiempo para leer informes, resúmenes de noticias y cobertura de otros reporteros que trabajan en la región. Estas pueden ser fuentes importantes de información e inspiración.
¿Qué desafíos encuentra?
Uno de los mayores desafíos que enfrento al informar historias humanitarias de África Oriental es obtener financiamiento y apoyo de donantes y publicaciones. Puede ser difícil convencer a un financiador o editor con sede en Nueva York o Londres de que una crisis en particular, especialmente una relacionada con el género, vale el dinero, la inversión y el espacio.
¿Qué comentarios o reacciones recibe por sus informes?
Pasé este año cubriendo temas que van desde el embarazo adolescente hasta el acceso al aborto, el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina. La respuesta de organizaciones sin fines de lucro, expertos, trabajadores humanitarios e individuos ha sido abrumadoramente positiva. La gente se siente aliviada y agradecida de que estas importantes historias finalmente estén recibiendo la cobertura que merecen. La retroalimentación más gratificante es cuando los sujetos de la historia, o personas como ellos, se acercan para expresar su agradecimiento por resaltar sus experiencias de una manera humana y respetuosa. Por supuesto, de vez en cuando recibo comentarios que critican las historias, especialmente cuando tocan temas controvertidos como el aborto. Pero estos son raros.
¿Cómo ha afectado el COVID-19 a su trabajo?
Cuando el COVID-19 estaba aumentando en Kenia, investigué e informé tanto como pude por teléfono, WhatsApp, Skype y Zoom. Esto fue para asegurarme de que no estaba poniendo a nadie, especialmente a mis sujetos más vulnerables, en riesgo de contraer el virus. A medida que aprendimos más sobre la transmisión de COVID-19, comencé a informar sobre el terreno nuevamente. Pero opero con cautela y cuidado, siempre con una máscara, lavándome las manos, manteniendo la distancia y tomando todas las precauciones para protegerme a mí mismo, a mis fuentes y a mi equipo de informes.
¿Tiene algún consejo para compartir con otros periodistas interesados en cubrir crisis desatendidas?
¡Perseverancia! Este tipo de historias son algunos de los artículos menos reportados y subvalorados en el mundo de los medios. También son algunos de los más importantes. Si crees que vale la pena contar una historia, sigue lanzando. Sigue empujando. Siga solicitando financiación. Sigue haciendo tu caso. Con el tiempo, encontrarás fantásticos editores y seguidores de tu historia que creerán en ella tanto como tú y te ayudarán a sacar a la luz estos importantes temas.
Pagina Web: www.nehawadekar.com
Twitter @NehaWadekar