WASHINGTON - CARE, la organización mundial humanitaria y de desarrollo, está profundamente preocupada por los informes de que la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) despedirá a más de la mitad de su personal en Cisjordania y Gaza en las próximas semanas, con la intención de cerrar de forma permanente sus operaciones el próximo año.
En agosto, la administración de los EE. UU. Anunció su decisión de recortar $ 200 millones en fondos para programas de ONG internacionales que brindan a los palestinos vulnerables servicios de atención médica, educación, agua potable y alimentos, todo con el objetivo más amplio de abordar la pobreza extrema, promover la justicia social, y salvar vidas.
Según informes de los medios de comunicación, los funcionarios de USAID dijeron que la nueva política es un intento de presionar al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, para que inicie conversaciones de paz con Israel.
David Ray, vicepresidente de políticas y defensa de CARE, dijo:
“La ayuda humanitaria nunca debe utilizarse como moneda de cambio política. Estos programas salvan vidas y se mantienen alejados del partidismo político. Fueron lanzados por administraciones tanto demócratas como republicanas y siempre han contado con un amplio apoyo del Congreso.
Instamos encarecidamente a la Casa Blanca a que reconsidere esta decisión y restaure urgentemente la financiación de programas que satisfagan las necesidades básicas de la población civil palestina, en un momento de agudo sufrimiento provocado por años de conflicto y aislamiento, sin condicionarlos al comportamiento de los partidos políticos para el conflicto."