“Mi esposo me pidió que me fuera porque estoy embarazada”, dice ella. “Se quedó a observar la situación. Mis dos hijos fueron a quedarse con mi madre en otro centro. Cuando llegué a Goma, me enteré de que había un campamento para personas desplazadas en Mudja, así que vine aquí con la esperanza de recibir ayuda, ya que no tengo nada”.
En la provincia de Kivu del Norte de la República Democrática del Congo, las aldeas han quedado vacías, las granjas están cubiertas de maleza y los centros comerciales están desolados mientras continúa el conflicto. Desde marzo de 2022, más de 600,000 XNUMX personas han huido de sus hogares y han buscado refugio en centros colectivos como campamentos improvisados, patios de escuelas y terrenos de iglesias en Nyiragongo, Kanyabayonga, Sake y Goma.
Los ocupantes de estos centros, en su mayoría mujeres, ahora cuentan sus historias de cómo huyeron de sus hogares solo con la ropa que tenían puesta.