Donde la crisis golpea más fuerte
A medida que se profundiza la crisis humanitaria de múltiples niveles, las mujeres como Nurta son las más afectadas. A medida que se secan más fuentes de agua, las mujeres y las niñas se ven obligadas a caminar largas distancias y esperar largas horas para llegar a lo que queda.
Además, los costos del agua han aumentado junto con los precios del combustible, lo que limita aún más el acceso de muchos hogares vulnerables. La cría de ganado, que forma la columna vertebral de los ingresos de familias como Nurta, se ha visto particularmente afectada. Las familias han perdido cientos de miles de animales por falta de agua y pastos.
“Para las comunidades en Somalia, otra hambruna es impensable”, dice Iman Abdullahi, Director de País de CARE Somalia/Somalilandia.
“Para las familias que soportaron la última hambruna, esta es una pesadilla que se repite”.
CARE está ampliando su respuesta a la crisis a través de programas de salud y nutrición como el de Dhobley, así como asistencia con agua, saneamiento e higiene en todo el país. CARE también brinda apoyo alimentario y de medios de subsistencia en forma de efectivo y cupones, para que las personas puedan elegir la mejor manera de priorizar las finanzas de su hogar.
“La comunidad humanitaria emitió varias advertencias y dio la voz de alarma en los últimos dos años, pero no pudimos evitar una catástrofe”, dice Deepmala Mahla, vicepresidenta de asuntos humanitarios de CARE USA. “Pero nunca es demasiado tarde para responder y salvar vidas”.
CARE espera que la historia de éxito de Nurta se convierta en una de muchas en Somalia, pero la necesidad de ayuda sigue creciendo.
“La enfermera todavía me llama para hacer un seguimiento y me da medicamentos y consejos de salud”, dice Nurta. “Ahora puedo cuidar a mis hijos y puedo caminar y hacer el trabajo diario que mi familia necesita”.
Para obtener más información sobre el trabajo de CARE en Somalia, visite la página de respuesta a desastres de CARE.