Desde la cuarentena, ha habido más de 128 protestas en las principales ciudades de Honduras exigiendo alimentos y apoyo. En las calles la gente grita: "No moriremos por COVID, nos moriremos de hambre".
El gobierno aún no ha compartido un plan claro de asistencia económica para las poblaciones más vulnerables y marginadas. Sin una respuesta más integral, aumentarán la pobreza y las desigualdades sociales y de género. Las mujeres ya se ven afectadas de manera desproporcionada en términos de empoderamiento y autonomía económica, ya que generalmente carecen de acceso a recursos importantes como la tierra, el crédito y la asistencia técnica.
Como parte de su respuesta COVID-19, CARE tiene como objetivo ayudar a más de 5,000 familias con alimentos y apoyo financiero a través de paquetes de alimentos y transferencias de dinero. CARE también está promoviendo las mejores prácticas de higiene y saneamiento para prevenir la transferencia de COVID-19 y apoyando a sobrevivientes de violencia de género, que también ha aumentado como resultado del confinamiento. Cerca de 100 organizaciones de trabajadoras del hogar de mujeres recibirán transferencias de dinero para ayudarlas con la pérdida de ingresos, ya que muchas de ellas dependen de los salarios diarios.
“Estoy muy preocupada por la situación económica y la falta de ingresos”, dice Reina. “Me gustaría que esta crisis terminara”.