Sus mandatos incluyen el empoderamiento económico de las mujeres, la promoción y la prevención de la violencia de género. Su trabajo se lleva a cabo a nivel de base, por ejemplo, liderando la mediación en casos en los que a las niñas se les impide acceder a oportunidades educativas o se las obliga a casarse.
Faria*, de 27 años, ha sido líder de KWA desde 2016. “Lo mejor de la Asociación de Mujeres de Kabul es que las mujeres más vulnerables tienen un lugar al que acudir si tienen problemas, como la violencia de género”, dice. “Las mujeres pueden venir aquí sin miedo ni restricciones. Ayudamos a las personas de diferentes maneras. Hubo un caso [de 2021] en el que el padre de tres niñas no permitió que pasaran del sexto grado. Fui a su casa tres veces para hablar con el padre y lo convencí de que dejara que las niñas volvieran a la escuela”.
Los fondos de CARE ayudan a pagar el alquiler y los servicios públicos en el edificio de KWA, mientras que CARE también ha ofrecido capacitación sobre defensa, registro de casos de violencia basada en género y mediación en situaciones familiares complejas. Se ofrecen oportunidades de capacitación mensuales sobre diferentes temas a cada uno de los 20 grupos de acción de KWA, y CARE paga el alquiler de los lugares en diferentes distritos de la ciudad.