Beirut (15 de julio de 2020)–CARE International está extremadamente preocupado por la pandemia de hambre que se está desarrollando en el Líbano como resultado de la crisis socioeconómica en curso y la tensión adicional del brote de COVID-19. El Líbano ya estaba atrapado en una terrible crisis económica cuando golpeó la pandemia mundial de COVID-19. La inflación está en niveles récord y la mitad de la población está luchando por poner comida en la mesa; los productos más esenciales, como la leche, el arroz y el azúcar, han triplicado sus precios y se han vuelto inasequibles para muchos hogares libaneses.
“Lo que está sucediendo hoy en el Líbano es mucho más que una crisis socioeconómica, es una verdadera crisis humanitaria. Tener acceso a los alimentos es ahora un desafío para más del 50% de la población. Vemos gente hurgando en los botes de basura en busca de comida. Se han formado grupos en Facebook donde la gente cambia ropa por pañales para sus bebés, otros cambian sus muebles, los juguetes de sus hijos por un poco de dinero para comer. La situación es realmente terrible ”, advierte Bujar Hoxha, Director de País de CARE en Líbano.
Agrega: “Estamos hablando de cientos de miles de personas que se han caído por el precipicio. El Líbano se enfrenta a una crisis humanitaria que requiere una intervención internacional urgente ".
En el Líbano, el coronavirus ha agravado la crisis económica más grave que ha conocido el país desde 1990. Desde octubre pasado, los precios de los alimentos no han dejado de subir. En solo unos meses, el valor de la libra libanesa se ha desplomado en el mercado de divisas: de 1,500 liras en octubre de 2019, el dólar estadounidense ahora vale 8,000 liras.
“Siempre he sido pobre, pero las cosas realmente han empeorado en los últimos tres años para alcanzar un clímax con el COVID-19. Con el encierro, mi esposo ya no trabajaba y no teníamos nada para comer. Ahora ya no comemos carne ni pescado. En lugar de un kilo de arroz, compro medio. Para las patatas, en lugar de tres kilos compro un kilo y medio. Pero tengo suerte. No tengo que pagar el alquiler. Los que tienen que pagar el alquiler mueren de hambre ”, explica Suzanne, de 42 años, costurera de Trípoli, la segunda ciudad del Líbano y la ciudad más pobre del Mediterráneo.
CARE está apoyando a mujeres como Suzanne con la distribución de alimentos de emergencia y suministros de higiene, así como con programas de acceso al agua para los refugiados sirios y las poblaciones libanesas más vulnerables. A más largo plazo, CARE también planea apoyar la recuperación económica mediante programas continuos de generación de ingresos.
“La comunidad internacional, en consonancia con los responsables políticos libaneses, debe reaccionar de inmediato para asegurar el financiamiento para los hogares libaneses vulnerables durante estos tiempos. El momento de actuar es ahora; la gente ve cómo sus vidas tocan fondo todos los días ”, dice Hoxha.
Acerca de CARE Líbano
CARE restableció una presencia plena en el Líbano en 2013 para apoyar a los refugiados sirios y las comunidades de acogida libanesas afectadas por la crisis de Siria. CARE satisface las necesidades más básicas y urgentes de los refugiados y las comunidades de acogida, principalmente proporcionando agua, saneamiento, higiene, artículos no alimentarios y asistencia en efectivo en las áreas de Mount-Lebanon, el norte y el sur del Líbano. Esto incluye la rehabilitación de agua y saneamiento de emergencia a nivel doméstico, la distribución de artículos sanitarios a las familias recién llegadas y la provisión de sesiones de promoción de la higiene.