Durante la segunda ola de COVID, Marlita tuvo que cerrar nuevamente. Enfrentada a la bancarrota y no dispuesta a darse por vencida, cambió su modelo de negocio una vez más y comenzó a hacer camisetas retro. Reclutó una red de personas que habían perdido sus trabajos debido a COVID y construyó una cadena de suministro.
“Pude empoderar a estas personas y ofrecerles mis productos”, dice. “Están vendiendo a través de tiendas virtuales y de esta manera pueden mantener a su familia y a ellos mismos. Si no hubiera sido valiente, podría no estar aquí”.
Fue en medio de la pandemia que Marlita se sumó Programa Ignite de CARE, respaldado por el Centro Mastercard para el Crecimiento Inclusivo. Durante la formación empresarial aprendió la importancia de las herramientas digitales.
“Esta pandemia nos ha cambiado por completo desde la raíz”, explica. “Uno ya no puede estar en un punto físico, sentado, esperando que llegue el cliente. Tenemos que usar herramientas digitales como sitios web, Facebook, TikTok, que pueden ayudarnos a expandirnos en el extranjero”.
Lejos de quejarse de sus experiencias con la pandemia, Marlita concluye: “Estas experiencias me han fortalecido y me han ayudado a valorarme a mí misma, a mi trabajo y a mis productos”.