Sobre la crisis humanitaria en Sudán
Darfur, la región occidental de Sudán, se encuentra en un estado de crisis humanitaria desde 2003. El conflicto en Darfur es complejo y está causado por una serie de problemas políticos, sociales, económicos y ambientales. Los civiles han sufrido mucho a causa del conflicto. El resultado es una crisis humanitaria que afecta a millones de personas y no se vislumbra un final.
La reciente escalada de violencia en Sinnar y Sinjah ha provocado una afluencia de personas desplazadas a regiones vecinas como Gadarif, Nueva Halfa y Kassala. Muchos de los que llegan han sido desplazados varias veces desde que comenzó el conflicto en abril de 2023. La situación es terrible para 755,000 personas en 10 estados, incluidas partes de Kordofán, Nilo Azul, Al Jazirah y Jartum, y toda la región de Darfur.
El conflicto ha provocado una escasez generalizada de artículos de primera necesidad, ha interrumpido las cadenas de suministro y ha contribuido a la devaluación de la libra sudanesa. La inseguridad alimentaria aguda alcanza niveles sin precedentes aquí, y más de la mitad de la población (aproximadamente 25.6 millones de personas) se enfrenta a crisis o a condiciones peores. En agosto de 2024, se declaró la hambruna en uno de los sitios de desplazamiento más grandes de Darfur: el campamento de Zamzam, cerca de Al Fasher, la capital sitiada del norte de Darfur. El conflicto ha provocado importantes víctimas, daños a infraestructuras críticas y el deterioro de las condiciones de vida tanto de los residentes sudaneses como de las personas desplazadas.
Casi 7.8 millones de personas han sido desplazadas internamente y trasladadas a campamentos y asentamientos, y más de 2.2 millones han huido a países vecinos, incluidos Chad, Uganda, Etiopía y Sudán del Sur, donde viven en campos de refugiados, lo que agota los recursos locales.