Debido a la terrible situación económica y las difíciles condiciones de vida en Gaza, las mujeres de Gaza a menudo no tienen más remedio que comprar alimentos en lugar de medicinas.
“Preferiría comprar comida para mi familia en lugar de medicamentos para mí”, dice Raghda, una madre de siete hijos de 33 años en Gaza. “Tener comida en la mesa sirve a toda la familia”.
Después de más de 14 años, la Franja de Gaza continúa asediada. El bloqueo más largo de la historia ha impedido a los residentes acceder a servicios públicos, recursos y empleos: en 2020, la tasa de desempleo en Gaza alcanzó el 70%. Esta crisis económica y la pandemia de COVID-19 han dejado a las personas necesitadas de asistencia alimentaria y en efectivo para restaurar sus medios de vida. Hoy en día, alrededor del 62% de la población de Gaza padece inseguridad alimentaria, y las medidas de bloqueo actuales están empujando aún más a muchos a la pobreza extrema.