La escala y la urgencia de la crisis climática global exige un mayor esfuerzo de CARE para promover la justicia climática para abordar las consecuencias de género del cambio climático y los factores que lo causan.
CARE sabe que el cambio climático agrava las desigualdades existentes; tiene un impacto desproporcionado sobre las mujeres y las niñas debido a los roles y tareas que se les asignan y la discriminación que enfrentan. En caso de desastre, el riesgo de muerte es mayor entre las mujeres y los niños que entre los hombres. Sin embargo, las mujeres también están en primera línea cuando se trata de combatir el cambio climático, exigiendo justicia y adaptándose a sus consecuencias.
La crisis climática pone en peligro los beneficios y el progreso ya logrado para abordar la injusticia de la pobreza y las desigualdades de género en las comunidades donde CARE trabaja. También aumenta la necesidad de responder a necesidades humanitarias cada vez más urgentes. Esto tiene un impacto tremendo en los esfuerzos de CARE para superar la pobreza y la injusticia social.