Alrededor de 828 millones de personas se irán a la cama con hambre esta noche, y 2 mil millones más no saben de dónde vendrá su próxima comida.
Tener hambre impacta todo en la vida de esas personas. Cuando no pueden cubrir esta necesidad básica, las familias luchan por encontrar una salida a la pobreza. Es más difícil aprovechar las oportunidades económicas o involucrarse en acciones comunitarias. A los niños que tienen hambre no les va tan bien en la escuela, si es que pueden ir. Es posible que los bebés que no reciben la nutrición adecuada en una etapa temprana de la vida nunca alcancen su máximo potencial como adultos.
Estos números no solo son inaceptables, sino que a nivel mundial están empeorando. Durante los últimos tres años, los conflictos y el cambio climático han provocado que la inseguridad alimentaria aumente cada año. Los agricultores luchan por cultivar los alimentos que necesitan para cultivarlos ellos mismos y venderlos en los mercados para que otros los coman. Si no hacemos algo, 1.4 millones de personas podrían pasar hambre en 2050.
Vea cómo estamos respondiendo a la crisis mundial del hambre