En total, CARE Bangladesh ha llegado a más de 122,000 67,597 personas hasta la fecha, XNUMX XNUMX de ellas mujeres o niñas.
Para Sufaira, Shantikhana fue un salvavidas mientras crecía, recuperándose de la violencia en su país de origen que hizo que su familia huyera a Bangladesh. Fue allí donde aprendió a coser. Le encantaba poder crear algo con sus propias manos, especialmente porque la ropa nueva es difícil de conseguir en los campos de refugiados.
Los organizadores trabajan arduamente para garantizar que los espacios sean tan seguros como su nombre indica, ofreciendo a los participantes la libertad de expresarse.
En Shantikhana, niñas como Sufaira reciben apoyo psicosocial para recuperarse del trauma mientras aprenden habilidades para la vida, alfabetización básica y aritmética. Los espacios también incluyen actividades recreativas, así como jornadas de sensibilización sobre violencia de género, trata de personas, poligamia, higiene menstrual, maltrato infantil y matrimonio precoz.