El ciclón Idai arrasó Mozambique, Malawi y Zimbabwe el 14 de marzo de 2019, dejando un rastro de destrucción, matando a cientos y afectando a unas 2.6 millones de personas. La escala total del desastre aún se está desarrollando y se pronostican más lluvias fuertes. La entrega de alimentos y agua potable a los necesitados es fundamental.
El ciclón causó una destrucción masiva de la infraestructura, particularmente en Beira, una ciudad con más de 500,000 habitantes, y pueblos y aldeas circundantes. Toda el área está sin energía. Las principales redes de carreteras se han bloqueado por completo, y el transporte aéreo de suministros a Beira y pueblos aislados rodeados por las inundaciones es la única opción.